viernes, 25 de diciembre de 2009

UNA NAVIDAD INOLVIDABLE

La historia que a continuación voy a contaros trata de un niño, llamado Manuel, el cual sentía una increíble fascinación por la Navidad, y el cual vivió una experiencia que nunca podrá olvidar.
En las navidades de 2005, Manuel, un niño de 12 años de edad, estaba entusiasmado con volver a celebrar estas fiestas, las cuales las celebraba junto a su familia en su pequeño pueblo llamado Grazalema. Él era el pequeño de los tres hermanos, le seguía Julio con 16 años y por último Marta con 19. Era la única parte de la familia que quedaba afincada en ese pueblo, debido a que todos salieron de allí en busca de mejores oportunidades. A la llegada de las navidades, todos los años, sin excluir ninguno, toda la familia por parte de ambos padres se reunían en el pueblo, para celebrar las fiestas en familia.
Manuel, estaba muy nervioso por la llegada del 6 de Enero, día en que los Reyes Magos de Oriente, traen la ilusión a todos los niños con sus regalos, pero claro, como todos sabemos, hay que haberse portado bien durante todos el año y esto es algo que a Manuel le preocupaba. En el colegio, le iba bastante bien, y con sus amigos también, sólo tenía un pequeño fallo, que no era demasiado obediente con su madre. Dada vez que la madre le mandaba hacer un recado, intentaba por todos los medios no hacerlo, cosa que a la madre le molestaba y siempre acababa diciéndole: “Manuel, como sigas así, los Reyes Magos no te van a traer más que carbón”, a esto que él siempre contestaba “Mamá, si yo me porto bien”. Cuando el padre llegaba de trabajar, cansado y desganado de todo, no tenía ni fuerzas para regañar al niño.
El día 24 de diciembre, la madre lo mandó a comprar el pan a la entrada del pueblo. Manuel, viendo que la fecha señalada estaba ya cerca, obedeció y cogió el dinero, salió de la casa y emprendió el camino hacia el puestecito de pan que montaban en la entrada del pueblo. Después de 15 minutos andando, al final del camino ya observaba la muchedumbre de gente comprando pan. Tardó casi 10 minutos en que llegará su turno, cuando llegó, escuchó: “Hola hijo, ¿qué deseas?”, el pobre chico miró hacia arriba, ya que no llegaba a ver bien debido a su diminuta altura y dijo: “Hola, mi mamá me manda para que compre dos barras de pan y una pieza gallega”. El hombre dijo:”Por supuesto, aquí tienes hijo”, a lo que él respondió “Gracias, Felices Fiestas”. A la vuelta, el sol caía y la noche se hacía cada vez más fuerte, y comenzaba hacer frío. Manuel, iba a paso rápido, hasta que de repente escuchó un ruido proveniente de una pequeña casa. Él asustado, se aligeró un poco más, pero el ruido volvió a escucharse, pero esta vez mucha más fuerte. Manuel asustado, siguió recto, hasta que se le escuchó un maullido de gato, lo cual hizo que se acercara a la casa. Al asomarse a la ventana, observó que la casa estaba totalmente iluminada, y que no había nadie, excepto un gato que estaba atrapado en una especia de hoyo. Manuel, se dio prisa, entró para poder ayudar al gato, cruzó la puerta y no se escuchaba nada más que el gatito maullando, entro en el salón y se dirigió hacia el hoyo, lo cogió de las patitas y lo logró sacar del agujero. Una vez salvado, una voz que provenía de atrás de el, le susurro al oído: “Gracias, Manuel”. Manuel, asustado se dio la vuelta lentamente, hasta quedar sorprendido por lo que estaba viendo, se trataba de ese gato que estaba atrapado y que el había salvado, el cual le estaba hablando. Manuel asustado, empezó a decir en su mente “Son alucinaciones, los animales no hablan”, a lo que el gato dijo “No son alucinaciones Manuel, soy yo el que te habla”. Manuel asustado le dijo que como un animal podía estar hablándole, y no acabada esta frase, ese pequeño gato que maullaba atrapado en el hoyo, que parecía indefenso, se estaba convirtiendo en una persona. Manuel asombrado, le dijo que no quería que le hiciese daño, mientras que ese hombre de aspecto anciano, con barbas le decía que no le tuviese miedo, que era un buen hombre y que solo quería enseñarle una cosa. Manuel, después de negarse, accedió a que le mostrase dicha cosa, y el hombre anciano, lo empujó, cayendo Manuel en el hoyo. Manuel, estaba asombrado, viendo como había caído en un hoyo, que lo llevaba mediante un túnel, por todos los momentos navideños de la historia, así como sus primeros regalos recibidos de los Reyes Magos, sus primeras navidades en el pueblo, y muchos más momentos que tanto añoraba. Después de un buen rato, Manuel comprendió que estaba viajando en el tiempo, y que no sabía donde podía llegar a parar. De repente, vio la salida del túnel y cayó en un pequeño descampado. Cuando se levantó, observó que se encontraba en una pequeña colina, y asomándose a los arbustos, observó una muchedumbre de gente alrededor de una cueva. Con mucho miedo, bajó, cogió unas vestimentas para camuflarse y se acercó a la muchedumbre. Adentrándose poco a poco en la muchedumbre, observó algo impactante, Manuel estaba viendo con sus propios ojos al niño Jesús acostado en el pesebre, rodeado de San José y de la Virgen María. Los pastores estaban llevándole regalos como lana, leche, queso…
Al rato, se escucharon mugir unos camellos, y retirándose toda la muchedumbre, observó a tres hombres, en fila, andando lentamente, con lujosas vestimentas y joyas, los cuales llevaban en las manos unos cofres. Manuel no podía creer lo que estaba viendo, estaba siendo testigo del momento de la Epifanía, observaba la estrella fugaz en el cielo, justo arriba del Portal de Belén, y como los tres Reyes Magos de Oriente, ofrecían sus regalos al Mesías. El primero de ellos, fue Melchor, el cual le ofreció un cofre de oro, en honor al título de rey de los Judíos. El segundo fue Gaspar, que ofreció incienso para reconocerlo como sacerdote. Y por último, le toco el turno a Baltasar, que le ofreció mirra, perfume de las sepulturas.
Manuel, mientras presenciaba inédito este acontecimiento, notó una mono en su espalda, cuando se volvió, observó que era el vendedor del pueblo, y al lado de el, se encontraba aquel hombre que estaba convertido en gato y que le había metido en ese hoyo. Manuel, los miró con un poco de miedo, y estos, le sonrieron, susurrándole al oído que era hora de volver a su época y celebrar la Nochebuena con su querida familia. Manuel, volvió con estos dos hacia lo alto de la colina, mirando como detrás quedaba todo lo visto y que tanto le impacto. Subió la colina, y entró en el hoyo con estos dos hombres, mientras volvía en el túnel del tiempo, estos le contaron que eran pajes de los Reyes y que les esperaba un día muy duro el 5 de Enero. Una vez salidos del túnel, estos dos hombres se despidieron de Manuel, y le dijeron: “ a partir de ahora, tienes que ser más obediente con tu madre, de lo contario, le tendremos que chivatear a tu rey preferido, que sabemos que es Melchor, que te has portado mal y te pondremos carbón”. Manuel les respondió: “Lo haré, a partir de ahora seré muy obediente con mi madre, gracias por esta noche, no os olvidaré nunca”. Estos dos hombre, desaparecieron como si nada, y Manuel emprendió su camino de vuelta a casa, cuando llegó, le pidió a la madre perdón por haber tardado tanto, y la madre le dijo que solo había tardado 20 minutos, que no era para tanto. Manuel observó la hora y vio que era realidad, lo que en el viaje del tiempo había pasado 4 o 5 horas, en su época solo había pasado 20 minutos.
Manuel, pasó así sus mejores navidades, las cuales las compartió con sus hermanos, padres, tíos, abuelos, primos…. Y prometiéndose así mismo, no decir nunca, lo ocurrido a nadie, ya que le tomarían por loco, y no lo creerían. El día 6 de Enero, Manuel se levantó con sus hermanos, y bajo rápidamente las escaleras, llegó al salón y observó que le habían puesto todos los regalos que pidió: una bici, un balón de futbol, chuches, bombones, un coche teledirigido…etc. Y en grande, en la pared colgada, una pancarta, en la que se podía leer “Has vivido una experiencia única, nunca la olvides, con cariño de tu rey preferido Mechor”.
Realizado por Selena Gómez

3 comentarios:

Anónimo dijo...

es precioso selena el tuyo y el de vainilla es el mejor te felicito

pin ypon dijo...

me encanta tu escrito, pero creo que te hanºayudado un poquitin, aunque lo importante es que hayas tenido la iniciativa de escribir aunque sea con un poquito de ayuda. Enhorabuena

Anónimo dijo...

jooo que largo.... se nota que te lo has currado....

Lleva contigo las letras

Lleva contigo las letras