NAVIDAD PARA UNA OVEJA

Navidad para una oveja

Hay muchos cuentos de Navidad,
Y poesías también, es verdad,
Pero ninguno como el que voy a contar
Que relata a un animal familiar:
Trata de una simple oveja
Que no podía encontrar pareja.

Yo estaba como sacrificio
En la iglesia de San Patricio.
Cuando un ángel se le presentó
A alguien que Zacarías se llamó,
Le dijo algo de Isabel
Que sería su mujer.
No pude oír nada más
Pues a los tres segundos hice ¡ZAS!
Y al aire libre salí
Dejando la iglesia detrás de mí.

A los pocos días
Conocí a una mujer llamada María
Que me acogió y cuidó
Y no me vendió.
Después de tres meses
Que los pasé tranquila y balando a veces
Otro ángel se apareció,
Y con éste ya me hartó.
Le dijo a María algo de un Mesías,
Y de una profecía.
A lo que ella contestó
Hágase en mí lo que desee mí Dios
¿Quién me mandó juntarme,
con gente que a disgustos quiere matarme?
Y encima esos ángeles que vuelan
Que se han propuesto dármelas buenas.
Así que muy rápido huí
Para alejarme siempre de allí.

Ahora que estaba tranquila por fin
Algo mal tenía que salir.
Ese que tenía en la cabeza pienso
Tenía que poner ahora un censo.
Es muy aburrido montar en carro
Y más todavía si está tirado por caballos.
Fueron tres o cuatro días
O más todavía.
Íbamos a Belén,
Pues de allí era él
Y con él me refiero
Al padre del molinero.
¿Cómo iba yo a saber
que allí no podría ni beber?

Un mal día me perdí
¡Una maldición había caído sobre mí!
Entonces, como soy una oveja lista pensé:
Con los pastores bien estaré.
Dicho esto me fui
Con los pastores nada me pasaría a mí.
¡Que equivocación cometí!
¿Por qué estaría otro ángel allí?
Que pesados eran éstos,
Pero yo fui lista y me dispuse a buscar un cesto
Desgraciadamente ya era demasiado tarde,
Un pastor me cogió y se fue a adorarle
Pues el ángel había sido claro:
Id a adorar al Mesías con algún regalo.
Y encima yo era ese regalo preciado
¿Quién sería ese mesías amado?
Que encima de tener poder
Regalos le tenían que llevar a él.

Por fin llegamos a ver al Mesías
Y en un portal pude ver a María.
Que entre los brazos tenía a un niño
Y le decía continuamente:¡CARIÑO!
Todos se quedaron viéndolo y cantando
Y yo me quedé mirado.
Como me aburría
Empecé a mirar a María,
Entonces fue cuando me di cuenta
Que una mula y un buey entraban por la puerta.
Eran grandes y parecían afables
Entonces empecé a chincharles,
Un balido por allí y otro por allá
Y se empezaron a enfadar.

Después de dos horas,
Se asomaron por la puerta ropas moras.
Y en escena entraron,
Los tres reyes magos.
Sin llamar,
Y sin decir hola después de entrar.
Se arrodillaron delante de Jesús,
A José casi le da un patatús.
Le regalaron oro,
(Para mi opinión) Del que caga el moro,
Incienso,
Que parecía pienso,
Y mirra,
Que a mí me pirra.

Y aquí acaba el relato
Muy sensato,
De la oveja
Que no encontró pareja.