sábado, 27 de marzo de 2010

La Primavera

Erase una vez un niño llamado José. Un día José quería ir al campo y quería recoger manzanas de color rojo, como era invierno nada mas que habían verdes y un poco amarillentas.
Entonces observó un gran manzano de manzanas rojas José no se lo creyó pero como era curioso fue al gran manzano. Efectivamente esas manzanas no eran completamente rojas porque estaban pintadas de rojo. A José le intrigaba quien hubiere podido pintarlas. Miró al suelo y había una mochila llena de botes de pintura de color rojo. Lo que se preguntaba era porque lo habían hecho, por diversión o por hobbie o quizás por hacer una cosa malvada. Se dio cuenta de que lo estaban mirando desde una torre muy siniestra. José se volvió a su casa. Pasaron meses hasta que llegó la primavera.
Al final a José casi se le olvida lo de las manzanas pintadas y el ser que le miraba desde la torre. José le pidió salir al campo a su madre. Le dejó salir y se fue al campo. Ya que era primavera, las manzanas eran rojas menos las del gran manzano ya que esas manzanas pintadas en inviernos eran supuestamente rojas mientras las otras eran verdes y un poco amarillentas. Era raro. Subió al monte y se fijó bien en las manzanas rojas. ¡No estaban pintadas!. Corriendo entró en la torre donde le miraba el ser extremadamente extraño el invierno pasado. Subió al piso mas alto de la torre. Ahí estaba el ser, pero ese ser era un demonio, así que el demonio mató al chico. El chico resucitó y con poderes extremadamente fuertes y raros consiguió matar al demonio y destruir a la torre, y las manzanas del gran manzano se volvieron al color normal y José subió al cielo y el demonio, donde viven los demonios, ¡pues en el infierno!.

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