LUCAS Y LA PRIMAVERA

Había una vez un niño llamado Lucas.
A Lucas no le gustaba nada la primavera, porque ya no podría ni esquiar ni jugar en la nieve.
Una mañana de invierno, Lucas y su amigo Mario fueron a jugar con la nieve y cuando llegaron... ¡Casi no había nieve!.
-Yo quería jugar en la nieve- dijo Lucas muy desanimado.
-Y yo, pero como ya va a ser primavera se está derritiendo toda la nieve.-le respondió Mario.
Los dos amigos se fueron a buscar otro lugar donde hubiera más nieve, pero no dió resultado.
Al cabo de una semana ya era primavera y Lucas estaba enfadado.
-¿Qué te pasa?- le dijo su madre.
-Pues que no me gusta la primavera-.
-A mí me encanta- dijo el padre de Lucas.-Anda, vístete que te voy a enseñar las de cosas divertidas que se puede hacer en esta estación.
Lucas y su padre fueron a dar un paseo y vieron a muchos niños jugando y saltando por el parque.
-Cuando hay nieve no puedes montarte en los columpios del parque-dijo el padre.
Siguieron andando y vieron a unos adolescentes con unas patinetas y a otros con patines.
Al terminar el día, Lucas había apuntado en un folio todas las cosas que se podían hacer en la primavera.
-¿Habéis visto muchas cosas?-preguntó la madre de Lucas.
-Sí mamá, muchísimas cosas- respondió.
El padre de Lucas sonrió y le dijo:
-Deja la lista en la mesa y vete a jugar con Mario-.
Lucas y Mario se fueron a jugar con la bici. Mientras Lucas montaba en bici pensó:
“ Mi padre tenía razón, todas las estaciones tienen algo especial”

FIN